domingo, 10 de mayo de 2015

  


                 La palabra “evaluación”, como muchas otras, posee múltiples significados, que van a depender de las diferentes perspectivas y contextos desde los cuales se aborde el término, en el ámbito educativo, se deben añadir también las necesidades y objetivos institucionales, los marcos teóricos que orientan la filosofía educativa de la institución y la propia concepción que del término posea quién evalúa, en este caso, el docente. La concepción del docente va a depender, al mismo tiempo de su formación, de las teorías en las cuales se inscriba su pensamiento pedagógico, de sus intereses, de sus motivaciones y, en gran parte, de su responsabilidad frente a su labor educativa.

  Ahora bien, hablar de calidad en la educación, es innegable que la palabra evaluación es fundamental para acercarse a ella, la evaluación se constituye en un indicador que posibilita determinar la efectividad y el grado de avance de los procesos de enseñanza, aprendizaje y formación de los estudiantes, a la vez que le permite al docente valorar su propia labor y reflexionar en torno a ella para reorientarla y corregirla, de manera que contribuya a  mejorar los procesos de enseñanza en el aula para promover un mejor aprendizaje, la evaluación del proceso de aprendizaje y enseñanza es una tarea necesaria, en tanto que aporta al profesor un mecanismo de autocontrol que la regula y le permite conocer las causas de los problemas u obstáculos que se suscitan y la perturban”, en este sentido las prácticas evaluativas influyen de manera directa en las prácticas de estudio que emplean los estudiantes y en la forma en que asumen la evaluación misma.
  Por otra parte la evaluación como proceso, es concebida como una serie de acciones continuas que los docentes realizan de manera cotidiana en el aula para indagar sobre el nivel de formación que han alcanzado sus estudiantes, no puede reducirse solamente a los resultados arrojados por los exámenes que son, en última instancia, una simplificación de la evaluación. Estos resultados, si bien son importantes para conocer el grado de adquisición de ciertos conocimientos y habilidades, constituyen sólo uno de los elementos que forman parte de la evaluación en sentido más amplio.

  En este orden de ideas, en el siguiente trabajo presentaremos un análisis reflexivo de lo que se refiere la evaluación como proceso, teniendo presente la importancia que este tema exhibe en cuanto al desarrollo de su carácter educativo.